1. Introducción al Liderazgo Auténtico
En la mayoría de los casos, las personas tienden a confundir liderazgo con cualidades de cada individuo, o simplemente con control. Así, por ejemplo, si una persona destaca en algún área de su vida, se tiende a decir de él o ella que debe ser un gran líder en esa área, que tiene carisma. Como si el carisma fuera un rasgo aislado de un individuo y no el resultado de un proceso. Por otro lado, aunque participamos en organizaciones formales e informales, como el club de amigos del barrio, cada día vemos con mayor claridad que la suma de los esfuerzos individuales no es inteligencia grupal. Se ha dicho hace muchas décadas que el colectivo es más fuerte que nadie presente.
Estamos convencidos de que el liderazgo auténtico es un proceso que se aprende, se perfecciona y nos obliga a un estrecho contacto con nosotros mismos. Si a los líderes les falta consciencia o, lo que es lo mismo, sentido de su propia automotivación, si no están conectados con sus sueños y valores que los impulsan a alcanzar ciertos objetivos, entonces, ¿cómo podrán influir en sus seguidores? Tal vez sea a través de la adicción al poder. No obstante, acerca del poder hay un gran aporte de las mujeres. Las mujeres, o quienes han desarrollado su lado femenino, tienen mucho que aportar en el liderazgo por su capacidad de trabajo en equipo, su flexibilidad, su don por el desarrollo del otro y por su resiliencia.
2. Autoconocimiento y Autenticidad
El entendimiento de uno mismo es una clave fundamental para el liderazgo auténtico. Antes de dirigir a otros, debemos ser capaces de entender nuestros propios valores, miedos, creencias y formas de actuación. Para nuestro desarrollo personal iremos de dentro hacia fuera, centrándonos en descubrir nuestras creencias, actitudes, valores, temores y deseos. Ser auténticos y, con esa autenticidad, inspirar a otros a pensar, sentir, desear, actuar y liderar es un camino que toda persona que quiera liderar tiene que recorrer tarde o temprano. El líder auténtico muestra su vulnerabilidad, emociones y miedos. Hoy día, el líder auténtico y experto tiene que adaptarse a las necesidades de su equipo. El hecho de tener que adaptarse a los estilos de liderazgo y a las personas con las que cuenta tu equipo va ligado a la parte de la inteligencia emocional. El líder tiene que focalizar sus energías en liderar a través de emociones adaptadas a cada trabajador. La confianza en ti y en tu equipo, la asertividad, empatía y autocontrol se tienen que basar en el liderazgo. No olvidemos una premisa importante del liderazgo: requiere de una elección consciente. Quien se postula como jefe real mediante razonamientos y comportamientos genuinos y pedestres, entonces, ese líder está reconciliado emocional y psíquicamente con el momento en el que se encuentra a nivel personal y profesional, y está plenamente satisfecho con su 'Yo real'. De forma ilustrativa, partiendo de la idea de que la autenticidad implica una relación sistemática entre lo que uno piensa, siente y hace, con base en cuatro genuinos motores de comportamiento: su autocomprensión, sus valores, sus emociones y su propósito vital.
3. Empatía y Escucha Activa
El antropólogo que mencionábamos en la introducción de este post pasó 30 años estudiando a distintas tribus del desierto del Sahara y a todas escuchó la misma respuesta cuando les preguntaba por el líder: “El líder es esa persona por la que sabemos que está ahí, en última instancia, para ayudarte. Tiene competencias, ha demostrado ser una persona valiente, poderosa, con habilidades superiores a nosotros. Pero lo más importante es que se pone por encima de nosotros en autoridad y estatus para protegernos.” ¿Cómo lo saben? ¿Cómo se siente eso? ¿Qué hace el líder para que se genere esta sensación? Una de las claves es que el líder permite que la gente de su alrededor sea como es. La empatía y la escucha activa, en este sentido, resultan claves para que esa autenticidad se perciba. La empatía no significa necesariamente compartir el sentir de otra persona, sino ser capaz de percibir sentimientos y necesidades, siendo útil en la gestión de conflictos. El 90% de las habilidades de liderazgo abarcan las competencias del ámbito de la inteligencia emocional: “el astuto profesional”, “la alquimia de la negociación” y “el estilo resolutivo inspirador” (que incluye “la persuasión, la sensibilidad a las necesidades del equipo o la tarea y la fineza de trato que incluye tacto y capacidad para la construcción de consensos”). De las 12 competencias del liderazgo, cuatro de ellas hacen referencia al concepto de empatía y escucha activa del otro. Ser consciente de que no todas las personas son iguales y reclaman un tipo de liderazgo específico, escuchar y ponerse en su lugar, hace que los que dependen de él siempre le den más poder del que le otorga donde está situado eminentemente: su cargo.
4. Inspiración y Visión Compartida
Inspira a la gente, a fin de que las personas consigan más confianza en ellas mismas. Comparte una visión emocionante e inspiradora. Que te guste a ti y a los demás. Enséñales cómo apoyar esa visión. Hay gente que dirige equipos, pero está muy lejos de ser un líder, pues no tocan el corazón de sus seguidores. Utilizo la palabra inspirar por el gran poder de esa palabra. Se considera solemne o misterioso y se utiliza, generalmente, refiriéndose a la creación. La gente inspirada consigue los resultados, con menos seguridad y de forma ridícula. Con el único foco de obtener la visión, mantienen y esconden en sus mentes y corazones las emociones genuinas que se desatan ante los éxitos de sus equipos.
La visión no es otra cosa que el sueño del líder para su departamento, su empresa y sus colaboradores. Si no se comunican los sueños compartidos entre el directivo y sus colaboradores, jamás los convertiremos en eficiencia de resultados. Un vector en la Segunda Guerra Mundial para fracasar en la Guerra Fría, ¿cuál fue la diferencia? El gran líder fue capaz de transmitir su sueño. Supongo que casi todos acordaréis conmigo que en momentos duros, sabéis qué valores soportan vuestras decisiones y cómo llevar al equipo hacia la consecución del objetivo. Pero, conforme la maratón comienza a ser un 10k, y a su vez eso ya son 5 kilómetros, cuesta, con frecuencia, recordar cómo debo actuar, qué espero de mi equipo y cómo seguir caminando juntos.
5. Integridad y Ética en el Liderazgo
Este punto está ligado al cuarto punto referente a tener objetivos claros y congruentes con la misión de la empresa. Ambos están estrechamente relacionados porque lo prioritario será la excelencia y el servicio hacia los demás en lugar de uno mismo, y estos valores serán el único modelo de comportamiento aceptado. Entre las características nucleares del liderazgo ético, está la valentía de actuar con ética, asumir riesgos y tomar decisiones que no sean las fáciles. Además, han de tener coraje para reconocer los errores y actuar con humildad.
Los líderes éticos han de tener la capacidad de construir relaciones de confianza con todas las personas de la organización. Es importante porque es el catalizador de la integración, reduce la incertidumbre y fomenta el riesgo, los desafíos y la motivación intrínseca de las personas. Al mismo tiempo, los líderes éticos tienen que fomentar actitudes positivas en los demás y, para lograrlo, necesitan actuar como referente y ejemplo claro de los valores de la organización. El propósito es que las personas no sólo se comprometan en realizar sus tareas, sino que vivan emocionalmente el proyecto. Cuando los líderes tienen la habilidad para conectar con las personas y lograr que compartan su pasión por el proyecto, se produce el compromiso efectivo.
6. Desarrollo de Habilidades de Comunicación
Hacer oír tu voz es la llave de la puerta de en medio para lo que buscas, porque este mundo es un instituto de sordos: la gente escucha con la punta de los pelos del cerdo. Para que te escuchen, tienes que ser digno de ser escuchado. Sigue estos consejos y suma, con pasión, a tus esfuerzos por ser escuchado, la magia de las siguientes 7 claves: 1. Trabajar en el desarrollo de habilidades de comunicación. 2. Ofrecer una imagen de tus auténticas fuentes de inspiración. 3. Demostrar valentía, haber superado el miedo al miedo: persistir, aunque eruptes de miedo, o más bien, por no haber reventado todavía, no se trata de la heroicidad de “no tener miedo”, pues no existe; o si no, muere el hombre, sino la puesta en marcha de un plan de desgaste, adaptándose al miedo. 4. Ser un experto en conocerse y, en consecuencia, estar fincado, con pasión, en tus valores, principios, creencias y actitudes, que has elegido conscientemente, sin tráfico rodado para que sean la brújula de tu comportamiento y la almohada que acune tus noches de tranquilidad, apoyándote en tu percepción, más que en la de los demás, minimizando el ruido del cuarto contiguo y estableciendo, en la medida que te sea posible, un día a día, paso a paso, medio a medio, un gradualismo continuo que florezca el potencial de la mejora continua.
7. Resiliencia y Gestión del Cambio
A medida que se consolida una situación, se va generando lo que puede llamarse zona de confort. Es decir, un entorno que genera unos estímulos predecibles, donde ya no nos resulta necesario poner en marcha procesos de adaptación, aliviando nuestra tensión. Esta situación se traduce en un aumento de nuestros niveles de bienestar que pueden llegar incluso a llevarnos a perder capacidades para adaptarnos si el contexto cambia. Sin embargo, el propio desarrollo de nuestra sociedad, la creciente complejidad y la velocidad de cambio nos exigen capacidad de innovar, adaptarnos y, en resumen, capacidad de cambio. Precisamente, esa incomodidad que supone que el entorno varíe exige flexibilidad y capacidad para gestionar y liderar el cambio en busca de la mejora continua, afrontar retos, oportunidades, limitaciones, amenazas, etc. Ante esta creciente necesidad en el mundo de la empresa de liderar el cambio, la resiliencia se convierte, por tanto, en un diferencial necesario para lograr el éxito ante la incertidumbre y el desconocimiento. El desarrollo de la resiliencia tiene un impacto positivo en factores psicológicos, aumentando factores de protección frente al estrés y la caída. La resiliencia actúa, por tanto, llevando al individuo a una mejor adaptación a la vida, al logro de objetivos, a una mejor calidad de vida y a la mejora de su salud. Así se ha podido comprobar que en educación, la presencia de la resiliencia se asocia además con conductas socialmente competentes, consigo mismo. Ante situaciones de dificultad, aquellos que son resilientes presentan reescribir el modelo de competencia de la persona.
8. Conclusiones y Aplicación Práctica
La mejor versión de uno mismo en el liderazgo se activa y desarrolla a través de la identificación de tu marca personal, aquello que te hace ser único, auténtico, diferente y especial. Se trata de desarrollar la identidad propia en el liderazgo, de diferenciarte a través de tus valores y comportamientos y de marcar tendencia, de ser inspirador para tu equipo. Tienes que conectar con tu verdadero yo para marcar la diferencia y demostrar tu autenticidad. Para ello, es básico centrarnos en el autoconocimiento, en saber más sobre nuestras fortalezas y debilidades, en buscar la coherencia y congruencia para liderar desde la responsabilidad y el ejemplo, y orientar la actitud y comportamiento a lograr el perfil del líder auténtico. Además, es importante actuar con integridad y transparencia. Si la situación o debilidad se agrava porque se paga un alto precio por el desempeño del líder carismático y dedicado. Por ejemplo, presionando a los trabajadores en base al "tú vales mucho, ¿vamos a ver si puedes más?" sin pensar en los riesgos para la salud.
En esa actitud inmaculada del liderazgo auténtico, a veces el líder se olvida de ser líder. Llegar a las personas integrales e intentar mantenerlas en ese centro requerirá esa autenticidad, pero también un cierto grado de potencialidad para llegar como líder. Para mí, el objetivo a partir de ahora es indagar sobre las competencias que permiten ejercer un liderazgo auténtico, lo que a su vez aportará técnicas que ayudarán a los candidatos a auténticos líderes y a mantenerse en ese puesto de privilegio que la responsabilidad les encomendará. Buscaré esos aspectos prácticos que les puedo ofrecer al líder para ayudarse y ayudar en esta bonita tarea de enseñar, educar, formar e incluso guiar a su equipo o colaboradores.